Las construcciones de casas, hoy en día, tratan de optimizar los espacios al máximo para aprovechar hasta el último rincón. Esto se traduce a veces en que los arquitectos dan más metros a zonas de uso más intenso, como el salón, y menos a otros de paso esporádico, como el baño.
No es una mala idea, pero a veces ocurre que los baños son unas habitaciones muy pequeñitas y con las piezas sanitarias cuesta incluir algún armario para almacenar geles, toallas, etc.
La solución es contar con muebles a medida para baños pequeños. Es decir, piezas creadas específicamente para el baño de casa y adaptadas a los pocos huecos que haya en la sala.
Beneficios de un mueble a medida
Ante este escenario, muchas personas optan por buscar muebles pequeños aunque no sean específicamente de baño. Esta no es la mejor opción, puesto que en la mayoría de los casos se trata de muebles que no cumplen con lo que el propietario del inmueble demanda de ellos.
En ese sentido, los muebles a medida se adaptan mucho mejor a las necesidades de las personas que van a utilizar el baño. Al estar realizados exactamente para el espacio del que se dispone, los fabricantes prestan especial atención a la forma de hacer las cajoneras y el diseño, con el objetivo de sacarle el máximo partido a la pieza.
La diferencia principal entre un mueble cualquiera y otro hecho a medida es que con el segundo el cliente comprueba cómo cabe muchísimo más de lo que en un principio pudiera parecer.
Además, al estar realizados a medida, no quedarán unos centímetros por debajo del espacio del que se dispone, algo que en caso contrario dejaría zonas inutilizadas y antiestéticas en el baño.
Sin lugar a dudas, la mejor opción para los baños pequeños es la de los muebles a medida. Es la elección perfecta para embellecer todavía más el baño con una pieza que además resulta totalmente útil.








